Este martes hice la última excursión antes de ir a clase. Como viene siendo costumbre, la tripulación en el coche eran 3 alemanes, una austriaca y yo.
La intención era ir a la costa este de Suecia y ver el mar Báltico. Para empezar fuimos a Söderköping, el pueblo que da nombre a todo ese área costera. Día oscuro, lluvia constante (no paró en todo el día.. hasta que llegamos a casa, para variar). Así que poco que hacer, estaba totalmente desierto.
¿Interesante en el pueblo? La iglesia por fuera, sin duda la que más me ha gustado hasta el momento. Bastante oscura, parece sacada de una peli de Tim Burton.
También había en una de las plazas del pueblo un restaurante muy curioso...
Nos subimos a la pequeña montaña que bordea el pueblo donde había un pequeño mirador. Las vistas no eran muy allá, pero siempre está curioso ver la zona desde arriba!
Una vez visto el pueblo cogimos el coche dirección Tyrislöt. No sabría como llamar a esta zona porque ni había casas ni nada alrededor... solo un embarcadero. Ahora sí estabamos en plena costa. (La A en el mapita)
Tras ver un poco el mar y desilusionarnos porque la época de barcos había finalizado volvíamos atrás hasta que vimos una caseta donde se alquilaban barcas a motor. Así que por 10 euros cada uno teníamos 3 horas para inspeccionar el mar Báltico a fondo. Mi segunda vez navegando y la primera con una barca a motor.
Después de unos 40 minutos en el mar decidimos inspeccionar un islote de tantos que había en la zona. Aparcamos la barca con maña y nos adentramos en la flora. Poco que ver en la isla (que nos ibamos a esperar...) así que tres de nosotros nos remangamos los vaqueros y con cuidadito fuimos a otro montón de rocas separado del islote para luego pegarnos un chapuzón a unos 10ºC... muy reconfortante!
La vuelta al embarcadero fue algo complicada... porque nos perdimos. Que te esperas de un lugar rodeado de islotes y agua, todo igual. Las llamadas a la centralita eran en vano, no sabían como ayudarnos (para que pones el número en la barca entonces...). Hasta que por fin apareció un barco en medio de la tormenta (porque nos seguía lloviendo) y nos dijo que era para el otro lado. De seguir nuestro instinto habríamos acabado en Finlandia. Y después de dar más y más vueltas conseguimos encontrar la caseta de las barcas... justo a tiempo!
Vuelta a casa tiritando, con la mejor ducha en años y esperando a un catarro que aún no ha llegado. ¡Fantástico viaje!
Y por último si habéis llegado después de este ladrillaco al final... vídeo a bordo :)
Así que agua en el mar...Estos suecos son gente tenebrosa.
ResponderEliminarHubieras acabado como mucho en Gotland... lo cual suena hasta interesante xD
ResponderEliminarEsperando el proximo viaje ^^
Qué bonito todo! qué envidia!!
ResponderEliminar